Cuando la sociedad sufre, experimenta la necesidad de encontrar a alguien a quien pueda culpar de su mal, sobre quien poder vengar sus desgracias; y aquellos que son naturalmente designados para desempeñar ese papel son aquellos que reciben el rechazo de la opinión mayoritaria. Son los parias que sirven de víctimas expiatorias
 
		
 
								 
		 
		 
					 
					