Muchos «cristianos viejos» compartían la creencia de que no ya algunos, sino todos los conversos y sus descendientes eran herejes. Esa creencia se basaba en la idea de que «la fuerza de la sangre» operaba en ellos de manera inevitable, haciéndolos herejes por naturaleza
El momento culturalista
Culturas y civilizaciones dejan de concebirse como construcciones conceptuales híbridas, porosas, fluctuantes, bastardas, cambiantes, contradictorias... Se conciben como entes atemporales, como ídolos de culto a los que venerar o destruir, según se consideren propios o ajenos.
Francia y el islam en la época colonial
A finales del siglo XIX, cuando Francia se estaba convirtiendo en una «potencia musulmana», bajo la influencia de la obsesión metropolitana por las sociedades secretas y los complots políticos inspirados y ejecutados por éstas, el interés por las cofradías sufíes —centrado en el supuesto «péril confrérique»— se convirtió en una obsesión.